martes, 26 de abril de 2011

Reloj biológico



El amor y entonces el odio y entonces el amor
el àngulo,el recorte en que se neutralizan.
La cima de algún precipicio del que nadie cae
las manitos capaces de abrir el país de Alicia.
La eterna disposición de las estrellas para irradiar lo solicitado.

Hace años, quedó en la berma eso de parir
desde entonces, ser madre es imperemne y solitario
y
el tema en público lleva desgarro.

El río me vio las veces que las encarnaciones no se completaron
Fue asi
Fue asi
Fue
y seguí pariendo sin dolor en la soledad del horizonte inconfesable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este blog es como un diario de vida tuyo?

Carlos Bennett dijo...

se vislumbra como un puñal ya conocido.
Une beso cariñoso

docilvanemiller dijo...

no es un diario es un milenario.
Abrazos Carlos